Un objetivo: deshacerte de tus dados. El truco: ¡cuantos menos dados tengas, más difícil te resultará! Las reglas, muy sencillas, esconden un mecanismo muy original que probablemente te enganchará: cuantos menos dados tengas, menos posibilidades tendrás de descartarlos. Las cartas con efectos devastadores para tus oponentes se juegan en función de tu robo: cambian constantemente el número de cartas y dados que tiene cada jugador. Los dados y las cartas se pasan de mano en mano o se descartan, ¡cambiando constantemente el equilibrio de poder! Este sencillo juego de suerte y reflexión puede jugarse rápidamente y en cualquier lugar.
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